COMBATE LOS SUDORES NOCTURNOS: 7 FORMAS DE REDUCIR LA TRANSPIRACIÓN MIENTRAS DUERMES
¿Alguna vez te has despertado empapado, como si acabaras de correr un maratón en tus sueños? Eso puede hacer que te preguntes: "¿por qué sudo mientras duermo?". En este artículo, descubrimos las causas comunes de los sudores nocturnos, que afectan tanto a hombres como a mujeres, y te ofrecemos 7 estrategias para combatirlos.
1. ADOPTA TÉCNICAS PARA ELIMINAR EL ESTRÉS
A medida que cae la noche y el mundo se calma, tu mente puede estar haciendo lo contrario: acelerarse para procesar las preocupaciones de la jornada y prepararse para las tareas del día siguiente. Esta labor mental puede provocar una noche inquieta, lo que te hace sudar mientras duermes.
Si te sientes ansioso o abrumado antes de acostarte, trata de establecer un ritual que ayude a tu mente y cuerpo a relajarse. Realiza actividades que te resulten tranquilizadoras, como leer un libro, practicar yoga o meditar. Otra táctica es anotar tus pensamientos o listas de tareas antes de ir a la cama; este acto de transferir tus preocupaciones de la mente al papel puede ser exactamente lo que necesitas para estar tranquilo.
2. EVITA EL ALCOHOL ANTES DE ACOSTARTE
El alcohol, aunque a menudo se considera un final relajante para el día, puede convertir tu sueño en una sesión de sauna. Esto se debe a que el alcohol tiene una forma de entrometerse en la regulación de la temperatura de su cuerpo. Puede hacer que te sientas somnoliento al principio, pero, a medida que avanza la noche, dilata los vasos sanguíneos, eleva la temperatura corporal y te hace sudar más. Para combatir esto, bebe un vaso de agua por cada vaso de bebida alcohólica que tomes.
Esto ayuda a mantener la temperatura corporal bajo control y, si te has excedido, puede hacer que la resaca de mañana sea más fácil de manejar. También ten en cuenta cuándo vas a tomar tu copa; si la disfrutas más temprano en la noche, le darás a tu cuerpo suficiente tiempo para procesar el alcohol antes de ir a la cama.
Aplica desodorante o antitranspirante antes de irte a dormir para ayudar a reducir el sudor cada vez que giras en la cama.
3. CAMBIA TU ROPA DE DORMIR
Los pijamas gruesos y pesados pueden ser acogedores, pero también pueden atrapar el calor. Opta por telas transpirables que te ayuden a regular la temperatura corporal, como el algodón o los materiales que absorben la humedad, como el bambú. La sudoración durante el sueño es común en hombres y mujeres, y puede estar relacionada con varias causas, como el estrés, la ansiedad, los cambios hormonales o las afecciones médicas subyacentes.
Aplica desodorante o antitranspirante antes de irte a dormir para ayudar a reducir el sudor cada vez que giras en la cama.
4. ADAPTA TU ENTORNO DE SUEÑO
La configuración de tu dormitorio juega un papel fundamental en la calidad de tu sueño. Una habitación demasiado cálida o un colchón de un material que abraza al calor pueden contribuir a la sudoración. Considera cambiar las sábanas y elegir un protector de colchón especial, diseñado para promover el flujo de aire y regular la temperatura.
Opta por materiales que hablen el lenguaje de la transpirabilidad y el control de la humedad, como el algodón ligero, el bambú o las mezclas textiles avanzadas. Un aire acondicionado o ventilador te dan el poder de preparar el escenario para tus condiciones ideales de sueño. Encuentra ese punto óptimo en el que tu cuerpo puede mantener su ritmo natural sin sudar. Por último, añade un toque de verde a tu dormitorio. Una planta no es solo para decorar; es un ser vivo que respira y funciona mientras descansas, purificando el aire, absorbiendo toxinas y exhalando oxígeno fresco.
5. COMPRUEBA LOS EFECTOS SECUNDARIOS DE LOS MEDICAMENTOS
Ciertos medicamentos, como los antidepresivos y los tratamientos para la diabetes, tienen el efecto secundario de hacerte sudar mientras duermes. Si experimentas sudores nocturnos, ten una conversación sincera con tu médico, quien podrá ayudarte a navegar la compleja interacción entre sus recetas y tu transpiración. Consulta con el profesional de la salud si puedes cambiar ese medicamento para que no sea un obstáculo en tu camino hacia una buena noche de sueño.

6. NAVEGA LA MENOPAUSIA
Los cambios hormonales durante la menopausia pueden hacer que tu control climático interno se vuelva frenético. Los sofocos y los sudores nocturnos son comunes durante esta etapa, pero existen tratamientos y cambios en el estilo de vida que pueden ayudarte.
Abastece tu cocina con frutas, verduras y cereales integrales, y reduce la cafeína y los alimentos picantes que pueden alterar tu termostato interno. Mantenerte hidratada también es esencial, así que ten una botella de agua a mano. La terapia de reemplazo hormonal (TRH) puede ayudar a equilibrar las fluctuaciones hormonales que desencadenan las olas de calor del cuerpo. Consulta con tu médico para encontrar un tratamiento que resuene con el ritmo de tu cuerpo.
7. CONVERSA CON TU MÉDICO SOBRE LA HIPERHIDROSIS
Si estás sudando más que en una clase de spinning pero sin mover un músculo, podría ser el momento de acelerar tu plan de acción.
La hiperhidrosis es una afección que causa sudoración excesiva, independientemente del calor o el ejercicio. Es posible que estés sentado, quieto y lejos del calor del sol, pero que, sin embargo, tu cuerpo actúe como si estuvieras haciendo senderismo en los trópicos.
No temas, porque esta no es una batalla que debes librar solo. Los antitranspirantes avanzados pueden ayudar a controlar el sudor, y la medicina puede tener una solución que puede calmar los nervios que activan las glándulas sudoríparas. Si bien sudar mientras duermes puede ser una molestia, no tiene por qué arruinar tu sueño.
Comprende las posibles causas y toma medidas proactivas: optimiza tu entorno de sueño, cambia tu plan de acción y usa una poderosa tecnología antitranspirante para abordar el problema de frente. Si bien la sudoración es un proceso natural, busca ayuda si tus sudores nocturnos empapan las sábanas.