¿RECIÉN SALES DE LA DUCHA PERO TODAVÍA HUELES MAL? HE AQUÍ POR QUÉ
Acabas de bañarte y te sientes impecablemente limpio, pero, espera un segundo: todavía hay un olor no deseado acechando debajo de tus brazos. Frustrante, ¿verdad? No te lo estás imaginando. Profundicemos en lo que hay detrás de este misterio posterior a la ducha y, lo que es más importante, cómo puedes dejarlo atrás para siempre.
¿POR QUÉ HUELEN LAS AXILAS INCLUSO DESPUÉS DE LAVARLAS?
Vamos a desglosar los principales culpables de esos olores persistentes:
1. Sobrecrecimiento bacteriano
Las axilas son un patio de recreo para las bacterias. Incluso después de un lavado a fondo, algunas bacterias pueden quedarse allí y causar mal olor. Prosperan en ambientes cálidos y húmedos, lo que hace que las axilas sean su lugar favorito para pasar el rato.
2. Problemas de glándulas sudoríparas
Todo el mundo tiene glándulas sudoríparas, pero algunas personas tienen glándulas hiperactivas. Esto significa que podrías sudar más de lo habitual, incluso después de una ducha. Más sudor equivale a más alimento para las bacterias, lo que equivale a más olor.
3. El rol del producto
A veces, los productos que estás usando pueden contribuir al problema. Si no enjuagas el jabón o el gel de baño por completo, pueden mezclarse con el sudor y las bacterias, creando una tormenta perfecta para el olor.
Al comprender las causas fundamentales del olor de las axilas y tomar medidas prácticas para combatirlo, puedes evitar ese olor persistente.
CONSEJOS PRÁCTICOS PARA COMBATIR EL MAL OLOR
Ahora que sabemos por qué sigues oliendo después de la ducha, hablemos de cómo solucionarlo. Aquí tienes algunos consejos prácticos para mantener un olor fresco durante todo el día:
1. Usa un jabón antibacteriano
Cambia a un jabón antibacteriano para ayudar a matar las bacterias que causan el mal olor. Asegúrate de frotarte bien las axilas.
2. Secar por completo
Después de lavarte, asegúrate de secarte las axilas por completo. A las bacterias les encanta la humedad, por lo que mantener el área seca puede ayudar a reducir el olor.
3. Aplica correctamente el desodorante o antitranspirante
Aquí es donde entra en juego Degree. La tecnología superior de Degree ofrece una protección ininterrumpida. Ya sea que estés usando una barra o un aerosol, asegúrate de aplicarlo sobre la piel limpia y seca. En el caso de las barras, desliza el dedo unas cuantas veces para crear una capa uniforme; para los aerosoles, sostén el envase a 15 centímetros (unas seis pulgadas) de distancia y aplica una ráfaga rápida.
4. Usa telas transpirables
Opta por ropa hecha de fibras naturales como el algodón. Estos tejidos permiten que la piel respire y pueden ayudar a reducir la sudoración
5. Mantente hidratado
Asegúrate de beber mucha agua para ayudar a regular la temperatura corporal y reducir la cantidad de sudor. El olor persistente de las axilas puede ser un verdadero fastidio, pero no es algo con lo que tengas que vivir.
Al comprender las causas fundamentales y tomar medidas prácticas para combatirlas, puedes mantenerte fresco y seguro durante todo el día. Así que la próxima vez que salgas de la ducha, pero todavía sientas mal olor, recuerda estos consejos y echa mano de tu fiel desodorante Degree.